Tradición, comida, cerveza (¡mucha!) y mas de 6 millones de visitantes, es lo que esperamos del Oktoberfest, el festival de Munich más reconocido del mundo. Esta celebración comienza al mediodía del primer sábado después del 15 de septiembre con la magnifica palabra “O’ zapft is” (¡Abierto está!) mientras se pincha un barril lleno de cerveza. La duración va desde 14 hasta 18 días cuidando siempre llegar al primer domingo de octubre, día de la cosecha o acción de gracias en Alemania.
Todo comenzó con los preparativos de una boda, sí, con una boda muy peculiar la cual duró 5 días. El príncipe de Baviera contrajo matrimonio con Teresa de Portugal en Octubre de 1810 en la ciudad de Munich. La invitación se hizo extensiva a todos los habitantes de la ciudad para participar en esta festividad real que, en gran parte de ella, consistió en carreras de caballos. Esto tuvo una respuesta muy positiva del pueblo por lo que se decidió repetir las carreras (y la fiesta) año tras año convirtiéndose en lo que hoy conocemos como Oktoberfest.
En el Oktoberfest solamente se pueden beber cervezas que cumplan con el “Reinheitsgebot” o ley de pureza alemana, además de que tiene que ser producida localmente en Munich. Las únicas cervecerías que cumplen con estos requisitos y pueden comercializar este tipo de cervezas son: Augustiner-Bräu, Hacker-Pschorr-Bräu, Staatliches Hofbräu-München, Spatenbräu, Löwenbräu y Paulander.
La cervezas “Oktoberfest” tienen denominación de origen y son del estilo Festbier. El consumo de esta chela en el Oktoberfest es mas de 6 millones de litros en un periodo de dos semanas y se recaudan alrededor de 180 millones de pesos.
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